Una tierra de colores vibrantes, rica historia y paisajes diversos, Marruecos ofrece una experiencia cautivadora para cada viajero. Desde las soleadas playas de Agadir hasta los bulliciosos zocos de Marrakech, cada uno de estos seis destinos ofrece una ventana única al corazón y el alma del país.
Conocida como la “Ciudad Roja” por sus icónicas murallas de arenisca roja, Marrakech es un importante centro económico y un destino turístico de primer nivel. El corazón de la ciudad es la plaza Djemaa el-Fna, un vibrante centro de narradores, músicos y encantadores de serpientes que cobra vida al atardecer. La medina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un laberinto de calles estrechas, zocos bulliciosos y lugares de interés histórico como la Mezquita Koutoubia y el Palacio de la Bahía. La ciudad también es famosa por sus hermosos jardines, como el olivar de Menara y los jardines de Agdal.
Fundada en el siglo IX, Fez sirvió como capital de Marruecos durante siglos y sigue siendo el centro cultural y espiritual del país. Su antigua medina, Fes el-Bali, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una de las áreas urbanas sin automóviles más grandes del mundo. Dentro de sus callejones laberínticos, encontrarás madrasas históricas, fuentes ornamentadas y zocos bulliciosos. Fez es también el hogar de la Universidad de al-Qarawiyyin, la universidad en funcionamiento continuo más antigua del mundo, y la famosa Curtiduría de Chouara, que ofrece una visión de las antiguas tradiciones de la fabricación de cuero.
Anteriormente conocida como Ksar es-Souk, la ciudad fue rebautizada como Errachidia en 1975. Sirve como la capital de la región de Drâa-Tafilalet y es un punto de partida popular para viajes al desierto del Sahara. El área circundante es conocida por sus paisajes espectaculares, incluido el Valle del Ziz con sus exuberantes palmerales y el pintoresco lago Al-Hassan Addakhil. Errachidia también ofrece experiencias culturales únicas, como la Fantasía, un espectáculo ecuestre que muestra la equitación tradicional.
Como principal puerto y centro económico del país, Casablanca es una metrópolis bulliciosa con un ambiente cosmopolita. La arquitectura de la ciudad es una sorprendente mezcla de estilos moderno y Art Decó, con muchos edificios elegantes de principios del siglo XX. Un hito importante es la magnífica Mezquita de Hassan II, que cuenta con uno de los minaretes más altos del mundo y es una de las pocas mezquitas de Marruecos abiertas a los no musulmanes. La Antigua Medina y el Quartier des Habous ofrecen una visión de la vida tradicional marroquí, con sus callejones sinuosos y mercados bulliciosos.
Tras un devastador terremoto en 1960, Agadir fue reconstruida como un moderno y próspero balneario. Su principal atractivo es la extensa bahía de arena de 9 kilómetros de largo, considerada una de las mejores de Marruecos, que ofrece una gran cantidad de actividades acuáticas y de playa. Con aproximadamente 300 días de sol al año, Agadir es un destino ideal durante todo el año. La ciudad ofrece una mezcla de comodidades contemporáneas y encanto tradicional marroquí, lo que la convierte en una opción popular tanto para la relajación como para la exploración cultural. Los visitantes pueden explorar el bullicioso zoco, disfrutar de marisco fresco en el vibrante puerto pesquero o dar un paseo tranquilo por el paseo marítimo.
Su ubicación estratégica a la entrada del Estrecho de Gibraltar ha convertido a Tánger en un premio codiciado por numerosas civilizaciones a lo largo de la historia. Esta historia se refleja en su diversa arquitectura y su atmósfera internacional. La ciudad se divide en la antigua medina, la franja costera y la nueva ciudad moderna. Tánger ha sido durante mucho tiempo una fuente de inspiración para artistas y escritores, y su vibrante escena cultural continúa prosperando con eventos como el festival TANJAzz. La ciudad está experimentando actualmente un rápido desarrollo, con nuevos hoteles y un moderno distrito de negocios que transforman su paisaje.